Melomelódico vol 2 - Voltaje Studio
- Pretty Kittie
- 28 ago
- 2 Min. de lectura

Hace unos días nos invitaron a Voltaje Studio y a Trópico Gótico a una iniciativa maravillosa, llamada la Ruta Emergente, organizada por Conectarte, un espacio en donde las muestras gráficas, la música local, los talleres y las experiencias convivian en un solo lugar.
Pensamos al principio en realizar una charla sobre circulación y promoción musical, pero luego decidimos que ibamos a generar una actividad, para que los asistentes plasmaran su memoria musical en un taller que Voltaje Studio había realizado con otro público y que despierta los recuerdos y la imaginación, llamado Melómedico el Vol - 2.

De esta manera nuestro discurso, termino siendo una experiencia de escucha de música local, de la que comparto a continuación nuestra reflexión y una playlist que se ha ido ampliando en cada encuentro con público caleño!
Agradecimientos a Mar y al equipo de Conectarte y a Jairo Díaz de Voltaje Studio, por crear espacios para los otros lugares en los que habita la música.

Hoy queremos invitarles a reflexionar sobre la manera en que la circulación cultural, la promoción, la distribución y la memoria sonora están profundamente entrelazadas.
Cuando hablamos de circulación cultural, no solo nos referimos al movimiento de obras o proyectos, sino a los caminos que recorren las ideas, las estéticas y los relatos para encontrarse con los públicos. Es, en esencia, el flujo que mantiene vivo a un ecosistema creativo.
En ese recorrido, la promoción actúa como la voz que anuncia, que conecta, que despierta la curiosidad y abre las puertas para que otros se acerquen. La distribución, por su parte, es la estructura que hace posible que esos contenidos lleguen efectivamente a las manos, a los oídos y a los corazones de las personas, sea a través de medios físicos, plataformas digitales o encuentros en vivo.
Pero hay algo más profundo: la memoria sonora. Cada canción, cada festival, cada grabación casera, cada lista compartida entre amigos, se convierte en un archivo vivo de nuestra identidad colectiva. Es en esa memoria donde entendemos que la circulación no es un acto comercial aislado, sino una práctica que siembra huellas, que permite que las generaciones futuras conozcan cómo sonaba nuestro presente.
Por eso, cuando pensamos en proyectos culturales, debemos ver estas piezas como partes de un mismo tejido:
Circulación que abre caminos.
Promoción que amplifica las voces.
Distribución que materializa el acceso.
Y memoria sonora que preserva el eco de lo que somos.
En conjunto, estos elementos garantizan que la cultura no solo se consuma, sino que se comparta, se recuerde y se re - invente en comunidad.









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